Pantalla led para escenario
Una pantalla LED para escenario no es un accesorio: es el eje visual del espectáculo. Con ella, el contenido domina la narrativa, mejora la lectura de marca y, además, resuelve problemas de visibilidad donde un proyector o un videowall de biseles se quedan cortos. Aun así, elegir “la que se vea bien” no basta. Conviene argumentar con datos: pitch, brillo, frecuencia de refresco, procesador, rigging, redundancias y operación determinan si el montaje será impecable o una fuente de estrés. A continuación, una guía ejecutiva para decidir con criterio y defender la inversión frente a producción, venue y patrocinadores. Lienzo principal con contenido 1:1 ¿Por qué LED y no proyector o videowall? Primero, porque el negro es negro. El LED apaga cada píxel y conserva contraste incluso con luz de sala o contra-luz de escenario. Segundo, porque no hay biseles: el lienzo es continuo, lo que permite tipografías pequeñas, motion graphics y cámaras en vivo sin cortes. Tercero, porque el LED escala: puedes arrancar con 6×3 m y, si el rider lo exige, ampliar a 10×4 m con la misma familia de paneles. Por último, porque la altura libre del recinto y la distancia de tiro ya no condicionan; en centros de convenciones con techos desafiantes, el LED rinde donde un proyector pierde luminancia. Si vas a comparar alternativas, hazlo con métricas homogéneas: distancia de visión, nits, frecuencia de refresco, peso por m² y consumo real, no “teóricos de ficha”. Pitch y distancia de visión: dónde está el punto dulce El pixel pitch define qué tan cerca se puede ver sin notar la “rejilla” (screen-door effect). En eventos corporativos y espectáculos bajo techo, los rangos más usados son P2.6–P3.9. ¿Cómo decidir? P2.6: textos finos y gráficos detallados desde ~2.6–3 m. Ideal para escenarios medianos con público cerca. P3.9: excelente relación costo/área para foros grandes; lectura cómoda desde ~4 m. P4.8+: útil en exteriores o grandes distancias; prioriza nits y robustez. Como regla de bolsillo: distancia mínima ≈ pitch en metros × 1–1.5. Además, prioriza módulos de la misma familia para que la calibración por lotes sea consistente (tonalidad y brillo homogéneos). Brillo (nits) y contraste: legibilidad con luz real en pantalla LED para escenario En interior, 800–1,200 nits suelen bastar si el escenario está controlado; en exterior diurno, apunta a ≥ 4,500–6,000 nits. Sin embargo, no es solo “más nits”: importa el contraste nativo, el revestimiento anti-glare y el tratamiento del…
